A la vida
Vida, bendita por Dios,
yo también te bendigo;
tú que siembras esperanzas
y edificas con la niñez,
con las juventudes,
con el sol y conmigo.
Vida, majestuoso camino,
trofeo de gozo
o de triste suplicio;
según sea cada destino…
Vida, que estas pronta a pintar
los mágicos colores
de lo agradable y de la luz,
alejándonos de la cruz
de los sinsabores.
Vida, te agradezco todo:
mis tristezas y alegrías,
mis jardines con o sin flores
y hasta el refrescante lodo…
¡Vida, te agradezco el amor
y también el dolor,
lo dulce y lo amargo;
pues ya quedó escrita
una página más
de experiencia y de paz!
¡en los libros de la vida!
Rosa María Ramírez Moya
m z g h i l
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